La chica fitness y fuerte lucha, día y noche, con ese desafío y otros que se ha impuesto.
Dos perros dan mucho amor, pero piden el triple de lo que obsequian. Siempre.
Hay una tortuga que aparece cada cierto tiempo en el bien cuidado patio trasero.
Todos conviven en una casa ventilada, iluminada y ordenada.
Uno que otro excremento u orina canina rompen la pulcritud establecida.
Es un hogar.
A veces hay música, otras veces silencio.
Los temperamentos, las palabras, los sentimientos, fluyen y chocan, como asteroides en el universo, sin romper el orden general.
No hay disturbios a gran escala. Hay límites establecidos, comprendidos o no.
El visitante observa minuciosamente ese sistema. Uno muy ajeno para él.
No proviene del silencio, ni del orden establecido.
Sus experiencias con los caninos se tradujeron en dolor, lo que lo convirtió en un defensor de los animales, pero no para darles amor, no; parece lo mismo, pero no es igual, como decía una canción.
La mente del invitado se dispara.
"Hay órdenes que disipan inseguridades, generan balance emocional y potencian la sensibilidad; hay otros, que no. Depende de la singularidad de cada ser humano, esa diversidad natural que tenemos y que no permitirá, bajo ningún motivo, un alineamiento mental total para hacer o el bien o el mal; al final, unos hacen un poco de ambos y se cataloga como natural; incluso, por extraño que parezca, hay leyes y lineamientos sociales que se encargan de ensalzar a los buenos y castigar a los malos, pero también puede ser en sentido contrario, todo depende. Nuestro respaldo para no poder trascender, es precisamente nuestra humanidad."
"Analizo todo entorno, del hogar, de la ciudad, de los ojos de la gente, me ahogo en la era de la información que sufre obesidad mórbida, y todo sucede en segundos, mientras realizo lo que todo ser humano hace por necesidad."
"Me embarga la sensación de que esta realidad, este mundo, sea un círculo de felicidades efímeras, filosofías contrastadas, tristezas profundas y emociones carnales que se repiten una y otra vez con el pasar de las décadas, de los siglos. Lo mismo, pero diferente. La eterna búsqueda de tanto y de nada, depende de la óptica particular. Lo mismo de lo mismo, pero en variedad de colores, sabores, olores y definiciones."
"Ya sé, no todos somos iguales, la misma frase que me repiten y que considero una barrera."
"Los minutos en la casa iluminada parecen eternos."
Esa cáscada de ideas, mezcladas con pensamientos intrusivos de toda índole, se rompieron con las siguientes palabras de uno de los anfitriones.
"¿Quieres café?"
Y el día se repitió, como otros tantos de una larga vida.