Sonabas bella como siempre, aunque admito que hay momentos que derramas demasiada bendición.
Me acostumbré a tu presencia pero no siempre te puedo disfrutar. A veces me has hecho pasar penas, otras veces preocupaciones aún así no puedo negar que tienes un magnetismo que me ha hecho acercarme a ti, a depender de la inspiración con la que me bendices.
En tiempos de una feroz comunicación humana, que tampoco permite privacidad, vi como obligaste a todos a ponerte atención, a impresionarse de tu presencia, a decir una y mil cosas sobre tu húmeda vocación. Pusiste a escribir a todos pero nadie te dedica palabras como las mías ¿o si? Sabes que no.
Y yo que te tengo en mi corazón, vi con curiosidad el revuelo. Quizás porque nunca me has quitado algo preciado, a lo mejor porque nunca me has golpeado con saña o será porque he aprendido a quererte tal cual eres.
No olvidaré tres experiencias: cuando tenía ocho años y me sentía triste. Un buen día, llegaste de repente y si bien es cierto ahondaste mis preocupaciones, después el aroma que dejaste, me llenó de inspiración. Sonaba una canción de Cat Stevens y yo veía tu potencia.
La vez que caminé contigo y todos me miraban como a un loco por la calle. No podían entender nuestro amor, no aceptaban que yo, un adolescente en ese tiempo, me divirtiera contigo.
Y la tercera: cuando te odié por tus berrinches, tus arranques de furia incomprensibles. Ahí nos tenías a todos contemplándote, como a una niña caprichosa. Sólo yo pude comprenderte al final de tanta incomodidad porque sabía que te ibas a calmar y con tu paz me ibas a volver a enamorar. Me conoces tan bien, que con una sola tarde gris que me regales ya tienes mi corazón a tu disposición. Me inspiras, me das un espacio para meditar.
Esta noche, un 17 de abril cualquiera, se volvió especial. Tenía tanto tiempo de no verte, de no compartir contigo. ¡Quédate esta noche! pero si no aceptas la invitación, no hay problema. Pronto te volveré a ver y saldré a caminar contigo. Te extrañé, señorita lluvia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario