sábado, 27 de abril de 2019
Los otros
Cada grito un ¡viva! Cada silencio un aplauso.
Cada alabanza un júbilo. Cada pausa una oración.
El micrófono se mueve al son del temblor de las manos. No es sencillo ganar corazones, ni en la política ni en la religión. En la Tierra es necesaria la empresa del convencimiento.
El cambio es recurrente. La perdición también.
Fidelidad esperada. Manipulación anclada.
Los tonos de voz viven y mueren al compás de las ideas. Hay que ganar voluntades para el cielo y para las sillas. ¡Hay que llenar de almas los escenarios!
Cada corbata una aceptación. Cada equivocación queda sin declaración.
Vendedores de emociones. Creadores de felicidades.
Mentir no cuesta, ser verdadero es inmoral. Este mundo es de máscaras no importa el púlpito o la grada, el estadio o la calle, no importa si los protagonistas son de aromas a fragancias o de sudores agrios.
Las promesas son claves. Las mentiras son reales.
Mientras los oidos receptores duerman al son de la misma canción y los ojos iluminados se adormezcan con la misma declaración, los votos estarán en agitación y las imágenes de la tradición, pulcras y limpias, listas para la procesión.
Los gritos aumentan. Los rostros implacables. Los que ocupan las tarimas son especiales; los de abajo son muchos; claves en la ceguera, temidos en el despertar.
El alarido del salvador y las palabras del redentor han ensordecido a los siglos. Se han expresado a través del tiempo, se han vestido de poder. Un mundo construido de voces exclusivas y oidos de muchedumbre, unos tienen cielos en la tierra; y los otros, sin conocerse, sin conciencia, caminan dormidos impactando unos con otros en un laberinto construido; viven maldiciéndose y mueren en una eterna añoranza.
Los prometedores se alimentan de los otros, de los que caminan en círculos con la sospecha de encontrar un sentido escondido en el amplio sendero.
Los otros, oro valioso, raza escondida, serán carnes en movimiento, testigos de la mentira y cómplices de la oscuridad.
Los otros seguirán perdidos por los siglos de los siglos...
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