Ahora camino en puntillas, no quiero hacer ruido.
jueves, 15 de abril de 2021
Una nota nocturna
Ahora camino en puntillas, no quiero hacer ruido.
domingo, 28 de febrero de 2021
El círculo enfermo
El solo abrir los ojos ya era un dolor. Levantarse y ver el desastre de una madrugada desenfrenada, era como un mazazo al corazón. La luz apenas entraba a la pequeña y desordenada habitación, las persianas a medio cerrar daban un aspecto tétrico, melancólico, asqueroso para el alma.
Entre espasmos y lágrimas, el círculo vicioso comenzaba; antes, ese proceso duraba días, ahora era cuestión de horas para cumplir su ciclo. De la tristeza a la culpa, sin dejar de lado las súplicas al supremo para detener esta vorágine. ¡Para este infierno! repetía una y otra vez... pero solo había silencio.
Cuando no hay más que repetir, el vómito del alma te deja inutilizado y la sábana es lo único que puedes abrazar en medio de temblores sudorosos, entonces comienza el natural proceso de preservación humana. En muchas personas el proceso de mejora comienza de a poco, pero avanza hasta lograr una tregua que, posteriormente, termina en salir del agujero y respirar con tranquilidad. Benditas sean esas personas.
¡Pero yo no soy una persona! ¡Soy un demonio encerrado en este cuerpo con cerebro mejorado!
El círculo acelera su proceso y en minutos paso del dolor al luto por la noche desgraciada, hasta que se activa el instinto oscuro. ¡Porque soy consciente de la maldad, la practico! Tengo claro el porvenir: destruir la tristeza con excesos. Entonces el monstruo toma las riendas del día.
El mediodía y la necesidad del cuerpo me expulsan de la cárcel en la que vivo; pero mi ser convierte un proceso natural en una operación maligna: deglutir sin piedad, sin compasión, sin ningún remordimiento. Lo normal es tener un límite, pero eso no existe en una mezcla de humano, demonio y locura.; no, apenas comienza el placer.
Corro al sendero de la perdición que siempre te da la bienvenida con éxtasis, una sensación de triunfo, de placer, toda una película falsa que nadie logra descifrar en los primeros momentos de la fiesta.
Y ahí tampoco hay compasión. La gula en su máxima expresión. Sin control, el animal traga todo con una ansiedad diabólica; mientras el resto de los visitantes del sendero de la perdición tratan de aletargar el placer y la ilusión de felicidad, el ser oscuro comienza a olfatear a su próxima víctima. Pero en esta dimensión no hay sangre ni visceras en el suelo. En este nivel es necesario unirse a la danza con la máscara de una persona común y corriente. Como un camaleón me uno al carnaval, sin que nadie sospeche que de un momento a otro el animal clavará sus dientes en el cerebro de los débiles, los moldeables, los torpes y lentos.
En el baile de máscaras mis palabras son armas y mis acciones son una invitación a la perdición. La noche golpea con toda su fuerza, no hay control. Todo está intoxicado y el entorno pierde sentido. Comienza el descenso con todos aquellos atrapados en los colmillos. La oscuridad se adueña de todo, el dueño del sendero apaga la falsa felicidad, se come lo que pensamos que era placer y observa todo mientras los malditos caemos al vacío. Todos están embriagados, perdidos. El golpe al final del vacío es una mezcla de dolor, pasión desenfrenada y ahí copulamos sin parar, animales, personas y demonios se unen a una orgía y volvemos a engañarnos; lo peor de todo, es que es una ilusión, no hay placer, no hay nada. Alzamos la mirada y vemos a lo lejos una luz brillante, son los ojos del dueño del sendero, quien escupe gozo y maldiciones. Vomita sobre nosotros.
Cada uno toma su camino. El animal lleva en los colmillos a su presa, o lo que queda de ella. Todo se borra como un sueño.
Unas horas despúes. El solo abrir los ojos ya era un dolor...
Y todo se repite para siempre.
jueves, 4 de febrero de 2021
La prueba de sangre
martes, 5 de enero de 2021
¿Qué tal un trío?
No es posible una sola belleza en un mundo que encierra lindas y coloridas mujeres. Civilizarnos nos obligó a establecernos con una sola belleza, aunque carnalmente tenemos la opción de observar y proceder a otros amores. Es cuestión de valores, dirán algunos; es natural, diremos otros, pero el punto es ¿por qué debe ser así?
¿El amor le gana a la pasión? ¿La vida en matrimonio es mucho más atractiva que una vida libre de contratos? ¿Por qué vemos mal la promiscuidad y alabamos la virginidad? ¿Por qué un hombre no se lo piensa mucho para perder la virginidad y una mujer sí?
¿Quién o quiénes establecieron estos valores que solamente causan confusión en los seres humanos?
El amor dura poco más poco menos, luego hay una especie de confianza, cariño y costumbre que puede mantener en el tiempo a dos seres humanos. ¿Por qué no a tres, cuatro o cinco?
Casi siempre las bodas deben llevar firmas y contratos. Hay personas que se casan ante un abogado, un par de firmas y se acabó. ¿Por qué? ¿Por los bienes que se van a repartir la "familia" cuando uno de los dos muera? ¿Eso es amor? A mi qué me importa quién se quede con mis cosas cuando muera. Estaré en una dimensión mucho más interesante.
¿Hasta que la muerte los separe? ¡Ni siquiera lo cumplen! muchos se divorcian porque les gustan otras mujeres u hombres y viven pasiones mucho más trascendentales. Así de claro. ¿Para qué hacer fiesta de boda e invitar a gente que solo llegará por la comida y el alcohol? Es una norma decadente, una evidencia de que nos equivocamos como seres humanos. Pero algunas voces dirán: "Hay parejas que perduraron 20, 30 ó 40 años". Habrá que indagar cuántos amantes quedaron grabados en esas carnes, todo en silencio durante los 20, 30 ó 40 años.
Y siempre se debe contar con una bendición: de la abuelita católica, del papá autoritario, de cualquiera; ah, y por supuesto, con la bendición de un señor llamado socialmente "sacerdote", que no sabemos cómo está su fe en Dios, que no sabemos si es pederasta o mentiroso. A fuerza tenemos que confiar que es una persona correcta. Acepto a un perfecto pecador que asume su rol a un cristiano mentiroso y orgulloso.
Y todo el montón de rituales para celebrar el inicio de una relación impuesta por la civilización. ¿Por qué no hay bodas masivas en donde se aceptan tres hombres con cinco mujeres? Al menos sería más divertido en lo pasional, dudo mucho en el entendimiento sentimental; pero bueno, no somos perfectos.
La pregunta es ¿Por qué?
Y no solo es el sentido del ser o por qué estamos en la Tierra, también hay que interrogar todo lo que nos muestran. ¿Por qué tal producto es bueno? ¿Hemos tenido la oportunidad de comprobarlo? NO y aún así lo consumimos y enriquecemos a muchos imbéciles que no lo probarían nunca. Haga usted la conclusión de esos productos y sus creadores.
El problema es que ya nos acostumbraron a una vida en la que andar interrogando se vuelve cansado y fastidioso. Ya nos moldearon. Ya nos domesticaron. Este ser de carne y hueso, con un cuerpo hecho a la medida para dar y recibir placer y otros tantos sentimientos; con un cerebro que es una obra de arte, está atrapado. Este ser no puede sacar su potencial. Le cercenaron el poder de su naturaleza conflictiva, pasional, libre, sentimental y oscura.
Pasamos de ser lobos a perros encadenados. Qué lástima.
Ahora solo queda sentarse a ver el show y hacerse el pendejo.