8 de abril 1994
Seattle, Estados Unidos.
El electricista Gary Smith llegó a la mansión de Kurt Cobain para instalar
un nuevo sistema de seguridad. Entró a la propiedad, pero nadie respondió en la
puerta principal, aunque adentró había un televisor encendido. Smith comenzó el
trabajo con los cables que desde el garaje llegaban a la sala del invernadero.
Cuando llegó a este lugar alcanzó a ver un cuerpo. En un primer instante
pensó que era un maniquí, sin embargo, siguió observando hasta que vio sangre
cerca del oído… era un hombre rubio en el suelo. A las 8:45 de la mañana llamó
a su jefe Bruce Williams.
“¿Cómo es Kurt Cobain?”, dijo Smith.
“No tengo ni idea”, contestó Williams. El jefe de la compañía de
seguridad le preguntó a su asistente si conocía a Cobain y fue ella quien le
dio todas las características físicas del líder de Nirvana.
Gary escuchó la información de su jefe. “Sí, es él. Creo que se pegó un
tiro” dijo el electricista.
Bruce Williams inmediatamente llamó a la radio KXRX para informar de la
noticia. Marty Riemer, el locutor de turno, estaba en un programa de la mañana
y respondió la llamada, pero no creyó la información y colgó. Williams llamó
otra vez y Marty, ante la insistencia, corroboró con la policía. Las
autoridades le confirmaron que encontraron un cadáver en la casa del vocalista
de Nirvana.
A las 9:40 de la mañana KXRX rompió programación con la noticia de la
muerte de Kurt Cobain.
Mientras tanto Dylan Carlson y Tom Grant se dirigían nuevamente a la
propiedad de Carnation y se detuvieron para llenar el tanque de gasolina. Dylan
salió para hacer una llamada telefónica y cuando regresó dijo que un amigo le
mencionó del hallazgo de un cuerpo en la mansión de Cobain.
No sabían si era Kurt, Cali o alguien más. Encendieron la radio y
descubrieron que, en efecto, era Cobain. Dylan no mostró ninguna reacción al escuchar
la información. Más tarde se anunció que el cuerpo estaba en el invernadero. Tom
volvió a ver a Dylan y preguntó: "¿Cuál es el invernadero?" y Dylan le
dijo que era una habitación encima del garaje.
"¿Por qué no miramos allí?" preguntó Tom. "Es sólo un
cuarto pequeño y sucio. Creo que guardan algo de madera allí o algo",
respondió Dylan.
Ese día el mundo se enteró de la muerte de la estrella del rock más
influyente de los últimos 20 años.
Fuentes:
BBC / VH1 Rock Docs
Kurt Cobain Murdered. Primera edición.
http://www.brendanhunt.com/uploads/6/3/4/2/6342789/kurt_cobain_-_murdered_first_edition_pdf.pdf
El
investigador Tom Grant asegura desde hace 30 años que Kurt Cobain fue asesinado.
8 de abril 1994
Santa Tecla, El Salvador.
Viernes. “Fetos e intestinos por todos lados ¿Qué es eso, Ricardo?” los interrogatorios de mi madre aumentaban cada vez que me veía con mis discos, por supuesto que el arte de la contraportada de In Utero no pasó desapercibida para ella, tampoco para muchas personas en el mundo.
“Es solo arte, mamá”, le respondí como para bajar la polémica y sus ojos de extrañeza aparecieron como siempre. Mi mamá y la música siempre dejaban anécdotas, en una ocasión puse a volumen considerable la canción número diez de In Utero, “Radio Friendly Unit Shifter”, en la cual los primeros 24 segundos solo son sonidos con distorsión. Mi mamá salió de su cuarto pensando que se había arruinado la bocina del equipo de sonido. “¿Y ese ruido?... ya jodieron el equipo de sonido”, nos dijo a mis hermanas y a mí. No aguantamos las ganas de reírnos y le dijimos que así era la canción. “Ah chis ¡qué música esa!” dijo ella entre risas y asombro.
Ese viernes todos estaban en sus cuartos y me quedé un rato solo en la sala. Puse la música a un volumen suave, era una noche tranquila y simplemente me quedé ante la ventana viendo la gente pasar. Cada canción me hacía sentir distintas sensaciones y eso disparaba pensamientos, anhelos, alegrías y también tristezas.
Desde muy pequeño estuve expuesto a muchos ritmos y letras, a muchos mensajes y expresiones musicales y artísticas, cada canción de las que escuchaban mis papás dejaba una huella en mi corazón. Lo especial a los 14 años es cuando tu música, tu estilo y tu grupo escogido generan una explosión de emociones y hacen de la vida algo muy especial. No todo era estridencia o rockear, también había momentos para solo pensar y darte cuenta que podías ver el mundo de otra forma, no solo como te lo cuentan los adultos.
Finalizó la noche de música, una velada bastante tranquila. Los viernes siempre tenían ese toque diferente y era la antesala a lo más emocionante: un fin de semana con la posibilidad de no ver a nadie en casa y quedarme solo con el equipo de sonido y mi caja de discos, a mis anchas, como me gustaba.
Continuará.