sábado, 30 de marzo de 2024

Los días de 1994. Parte 1





30 de marzo, 1994
Seattle, Estados Unidos.

Kurt Cobain, quien tenía tres meses en caída libre por las adicciones, la crisis emocional y la locura, le pidió a su amigo Dylan Carlson comprar un rifle. Compraron una escopeta de seis libras Remington calibre 20 y una caja de municiones por casi 300 dólares, que el vocalista de Nirvana le dio en efectivo a Carlson.

“Él se iba a L.A.”, dice Carlson. “Me pareció un poco raro que quisiera comprar la escopeta antes de irse. Así que le ofrecí guardarla hasta que regresara”. Sin embargo, Cobain insistió en guardarla él mismo. La policía cree que Kurt dejó el arma en su casa y dejó Seattle para ingresar a rehabilitación.

Quien llevó a Cobain al aeropuerto dijo que el cantante casi no habló en el camino.

Fuente: Revista Rolling Stones


30 de marzo, 1994
Santa Tecla, El Salvador.

Era miércoles. Tenía 14 años y cursaba noveno grado. Era una vida de ida y vuelta, de casa en casa, algo que se hizo costumbre y no había más que encontrarle sentido a algo.

Yo le encontré sentido a la música. Aunque escuché rock desde muy pequeño, fue hasta 1992 cuando este género me atrapó totalmente. El último empujón para entrar de lleno a este mundo musical: Nirvana.

Estudiaba en una escuela de Antiguo Cuscatlán, asistía al turno vespertino. Por las mañanas solo había tres actividades importantes: desayunar, escuchar a Nirvana y ver videos de rock. El resto de acciones cotidianas, a excepción de ver amigas y amigos, las realizaba en automático, solo porque la vida lo imponía.

Continuará.




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